Probióticos durante el embarazo
Una de recomendaciones nutricionales para fortalecer la salud durante el embarazo es el consumo de probióticos.
Los probióticos son microorganismos vivos que pueden ser adicionados a algunos alimentos y/o medicamentos. Estas bacterias “benignas” forman colonias en el tracto gastrointestinal, vaginal y en la boca y son las que defienden a nuestro organismo contra microorganismos potencialmente dañinos que inhalamos o ingerimos. Todos tenemos estas bacterias residentes en lo que llamamos la flora intestinal pero puede ser afectada a causa del estrés, cambios emocionales, ingestión de medicamentos, antibióticos. La
flora intestinal se recupera después de un tiempo pero este tiempo varia dependiendo de cada organismo y en algunos casos se puede prolongar, es por esta razón que el cuerpo se debilita, es decir, se debilita nuestro sistema inmunológico y fácilmente pasamos por algún proceso infeccioso, alguna diarrea, decaimiento, bajas defensas en general. La buena noticia es que podemos disminuir este tiempo de debilidad ingiriendo alimentos y/o medicamentos que contengan probióticos y así acelerar el proceso derecuperación de la flora intestinal.
Entre las funciones de los probióticos están las siguientes: ayuda a digerir los alimentos, inhiben bacterias patógenas y atrapan moléculas tóxicas por lo que estimulan el sistema inmunológico y ayudan a que absorbamos mejor las vitaminas, también incrementan los antioxidantes en el cuerpo.
De acuerdo a un artículos publicados por el “Journal Maternal-Fetal and Neonatal Medicine”, tomar probióticos disminuye significativamente la aparición de diabetes gestacional, disminuye la glucosa si se toman en ayunas y disminuye el riesgo de padecer preeclamsia. También se demostró que el aumento de peso era menor entre las mujeres embarazadas que tomaron probióticos que en las que no los tomaron, la conclusión es porque les ayuda a los procesos digestivos y a la asimilación de nutrientes. También disminuye el riesgo de parto prematuro. La investigación científica también demostró que los bebés de las mamás que tomaron probióticos su estado de salud en general fue mejor, ya que lo bebés empezaron acolonizar su flora intestinal a través del canal del parto y en la leche materna.
Recordemos que el intestino es uno de los órganos metabólicamente más activos del cuerpo humano y juega un papel muy importante para la nutrición y la salud. Cuando un bebé nace uno de los órganos que no está del todo desarrollado es el intestino, específicamente la barrera intestinal. Dicha barrera es la encargada de filtrar los nutrientes a la sangre, es decir filtra lo que debe pasar y lo que debe desecharse.
Cuando el intestino aún no tiene madurez suficiente puede dejar pasar moléculas grandes que le podrían producir alergia o sensibilidad la bebé a lo largo de su vida. Es por esta razón que debe ser lactancia exclusiva durante los primeros 6 meses de vida. Para que la leche materna pueda garantizar las cantidades adecuadas de nutrientes y anticuerpos que ayuden a evitar enfermedades la mamá debe estar bien alimentada y saludable.
Entre los alimentos que son anfitriones de estas bacterias vivas son: el yogurth de leche de cabra, el kéfir que puede ser de leche o de agua, el chucrut, microalgas (como la espirulina), pepinos encurtidos artesanal, tempeh, el te de kombucha, la sopa de miso. También existen algunos polvos o sueros de probióticos que se pueden conseguir en la farmacia. Infórmate, consúltalo con el médico, ¡pero la decisión está en ti!